En mi vida nunca había imaginado estar en un mundo que te hace cambiar y te hace escapar de la realidad, un mundo lleno de notas, de grandes sentimientos, de partituras y para mi lo más importante... el violín.
El violín ahora es parte de mi vida, me gusta tener la satisfacción de montarme en un escenario con un montón de personas ansiosas esperando a ver que pasa contigo, es algo sorprende llegar al final y sentirte pleno al ver aquellas personas con caras sonrientes un poco efímeras. Pero algo más sorprendente es recurrir ala música, al violín como una forma de vivir, una forma de expresarte. La verdad esto es algo inexplicable.
Este camino es muy difícil y pocos llegan al final, personalmente espero ser una gran violinista que supera las dificultades de la vida, acompañada de Dios.
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